viernes, 12 de marzo de 2010

Mirar más allá de las apariencias

Dicen que hay una sola oportunidad para crear una primera impresión. Y aunque eso es muy cierto, tenemos que entender en una primera impresión no siempre existe la capacidad de captar toda la esencia de una persona.

Por ejemplo, las características únicas de alguien, lo cual me gustaría que definieras como su grandeza es algo que no se ve siempre a simple vista. Sin embargo toda persona tiene ingredientes que les cualifican cómo únicos y especiales y les distinguen de todos los demás. A veces podemos pensar que sólo algunos han sido destinados para obtener resultados poderosos.

Lucas 2:8-12"8Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre."

La señal que el Salvador había nacido no era algo de impacto, un rayo que cayera del cielo, o una voz que hablara como un trueno desde el cielo, sino simplemente un niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Una señal común, que a pesar de su naturalidad, era señal de grandeza. Es necesario adquirir la capacidad que tuvieron que desarrollar aquellos pastores, poder reconocer grandeza en los lugares más simples.

No podemos despreciar lo simple, porque en lo más simple hay señales y poder de Dios. Puede ser que te hayas preguntado, ¿por qué nadie puede ver la grandeza que hay en mi vida? Es necesario entender que la "Ley de la Siembra y la Cosecha" no es tan solo un principio financiero, sino que funciona en todas las áreas de nuestra vida.

Primero, analiza por un momento y trata de identificar aquellos a quienes en medio de simpleza has podido identificar señales divinas que demuestran su grande propósito. ¿Has sido capaz de ver la grandeza en otros? Ahora, no me refiero luego de que se ha manifestado ante los ojos del mundo, sino cuando nadie la podía ver.

¿Cómo puedes pretender que otros vean la grandeza y el propósito de Dios en tu vida si no eres capaz de mirar a tu alrededor y reconocer la grandeza y el propósito de Dios en la vida de los que te rodean? Es posible que haya que mirar dos veces. No necesariamente de primera intención podrás observar la cosas escondidas de Dios.

Segundo, recuerda que tienes que aprender a mirar más allá de las apariencias. Las apariencias pueden ser engañosas. Algunos puede ser que estén vestidos para el éxito y en su interior las actitudes los lleven al fracaso. Otros son todo lo contrario, su apariencia no demuestra a simple ojo el poder de Dios en sus vidas.

Pídele hoy a Dios que abra tus ojos naturales y espirituales para ver la grandeza en otros. Busca en tus familiares, amigos y vecinos e identifica aquello que les hace especiales y comienza a cultivar en ellos el pensamiento de su individualidad y a expresar cuán importante y únicos son para Dios y para ti.

Al hacerlo, te darás cuenta que la grandeza que esta en ti se manifestará al punto que otros también podrán verlo.



Te bendecimos,



Apostoles heriberto Gonzalez J.- Ana Milena Montoya

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