lunes, 8 de marzo de 2010

Tu haz sido llamado para bendecir a otros

1 Reyes 19:15-17

"15Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. 16A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. 17Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará."
Luego de la grande victoria de Elías en contra de los 400 profetas de Baal, Elías recibe una fuerte amenaza de muerte. A pesar de la grande victoria que acaba de experimentar, se levanta grande temor en la vida de Elías al punto de esconderse en una cueva. Al estudiar bien la historia podemos identificar que Elías parece estar deprimido y se quejaba insistiendo en que él estaba solo. En cierta manera Elías estaba esperando que hubiera alguien más para ayudarle, poder continuar y salir de aquella cueva.

En este momento Dios le hace entender que era él mismo quien tenía que ir para que Dios lo usara para activar y desatar el destino que Dios tenia para la vida de otro hombre, en este caso Eliseo. Al hacerlo era necesario que ungiera la vida de varios hombres, Hazael, Jehú y Eliseo. Elías estaba en el lugar incorrecto de acuerdo al llamado de Dios para su vida, pues esperando recibir ayuda no pudo identificar que en realidad había otros que estaban esperando por él.

Por supuesto, siempre es excitante el esperar que Dios traiga a nuestra vida aquellos que desataran nuestro destino. La sola expectativa trae esperanza. Aunque eso es maravilloso, no podemos dejar de entender que también has sido llamado para desatar el destino de otros. Por lo tanto, tú eres una de esas conexiones divinas que Dios desea utilizar para alcanzar su propósito en la vida de otras personas

Existen personas que han entendido que más allá de su necesidad, de sus problemas, de sus propios retos, hay otros que necesitan de ellos para salir adelante. Eso fue lo que tuvo que entender Elías, quizás había amenaza para su vida, temor y depresión, pero era necesario que saliera de aquella cueva para desatar el futuro de otro. Hoy quiero que pienses más allá de tu necesidad, de tu problema, de tus inquietudes y puedas ver cómo hay personas que necesitan que salgas de tu cueva para recibir la contestación de Dios para sus vidas.

Te bendecimos,

heriberto Gonzalez J.- Ana Milena Montoya
Apóstoles

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